Rosa Lorente, dueña de la librería Mandrágora: "si no encuentras el libro que buscas, encuentra uno que no buscabas"
Rosa Lorente, dueña de la librería Mandrágora: "si no encuentras el libro que buscas, encuentra uno que no buscabas"
La librera de viejo —que no la vieja librera— nos abre las puertas de la Mandrágora, su librería de segunda mano en el centro de Murcia, donde los tomos guardan una vida anterior y a cada lector se le revela como un tesoro inesperado. Hablamos sobre el perfil de quienes buscan libros usados, la pasión por la lectura y la literatura, la magia de los ejemplares con pequeños tesoros en su interior y el porvenir de un negocio que apuesta por la sostenibilidad y la democratización de la cultura.
Pregunta:¿Cuál es el perfil del comprador del libro de segunda mano?
Respuesta: El comprador de libros de segunda mano, ante todo, es un amante de los libros, un bibliófilo. Es decir, alguien que disfruta no solo del contenido, sino también del libro como objeto. Su mirada es distinta a la de un lector común: para quienes aman los libros, entrar en una librería de segunda mano o de libros antiguos es un placer para los sentidos. Podríamos pasar horas explorando estanterías, del mismo modo en que alguien se pierde contemplando un cuadro en un museo.
Pero no hace falta ser coleccionista o bibliófilo para encontrar atractivo este tipo de librerías. Cualquier lector, sin importar su perfil, puede sentirse atraído por un género en particular, y en las librerías de segunda mano es posible acceder a esos libros a precios más asequibles o encontrar ejemplares descatalogados que ya no se consiguen en librerías convencionales.
En resumen, una librería de segunda mano es un espacio atractivo para cualquier lector, sin importar su edad, clase social o género.
P: Tengo entendido que sois madre e hija ¿Cómo surgió el negocio?
R: Sí, Mandrágora es un negocio familiar. Para mí, fue la oportunidad de convertir un sueño en algo tangible, casi mágico. Un día, mientras visitábamos un mercadillo de libros usados, miré a mi madre y le dije: “¿Sabes? Me veo vendiendo libros”. La idea quedó ahí, grabada en mi mente, y gracias al empuje de mi madre, me atreví a hacer lo que para mí era tanto un sueño como una locura: lanzarme a emprender con tan solo 23 años. Tenía muchos miedos, pero también muchísimas ganas de hacer realidad mi sueño. Y así nació Mandrágora.
P: ¿Por qué te dedicas a esto?
R: Porque es mi pasión. Disfrutar de mi trabajo, rodearme de libros y poder compartir esa experiencia con otros es un verdadero regalo. Ser librera implica mucho más que solo vender libros; es conectar con las historias, con los lectores y con el mundo literario. Me siento completamente agradecida de poder dedicarme a esto y de vivir algo que realmente me llena.
P: ¿Por qué comprar libros de segunda mano?
R: Los libros de segunda mano reúnen todas las cualidades que buscan los verdaderos amantes de los libros. Se pueden encontrar títulos a precios muy rebajados, con ofertas innumerables, ejemplares únicos, libros descatalogados, primeras ediciones… Cada visita a una librería de segunda mano es una experiencia única e inolvidable, llena de sorpresas. Como siempre decimos en Mandrágora "si no encuentras el libro que buscas, encuentra uno que no buscabas". Además, comprar libros de segunda mano es una forma de fomentar la sostenibilidad ya que se les da una segunda vida, reduciendo el impacto ambiental.
P: ¿Qué significado le atribuyes a la frase "segunda mano"?
R: La frase "segunda mano" engloba muchos conceptos. Habla de sostenibilidad, de reciclaje, de dar una segunda (¡o tercera, o cuarta...!) vida a un libro. Es ofrecerle la oportunidad a un libro de seguir circulando, de llegar a nuevos lectores y de continuar cumpliendo su función. Al mismo tiempo, es una forma de contribuir al cuidado del planeta. Los libros de segunda mano tienen algo mágico: cada uno lleva consigo historias no solo dentro de sus páginas, sino también fuera de ellas, marcados por las manos que los han tocado y las vidas que han cambiado. La cultura de los artículos de segunda mano solo tiene beneficios, no hay nada mejor que darle una nueva oportunidad a lo que ya existe.
P: ¿Es más democrático el libro viejo?
R: Sí, definitivamente. El libro viejo es más democrático porque está al alcance de todos. Puedes encontrar libros a precios mucho más asequibles, y eso hace que más personas tengan acceso a ellos, independientemente de su presupuesto. Además, hay una gran variedad, desde libros muy populares hasta ejemplares únicos o descatalogados que ya no se encuentran en las librerías. Al final, los libros de segunda mano permiten que la lectura llegue a más gente, lo que los convierte en algo mucho más accesible y, en ese sentido, democrático.
P: ¿Dónde radica la magia? ¿En el olor? ¿En el color ? ¿En las dedicatorias?
R: La magia está en todo eso que has mencionado y en muchas otras cosas más. Los libros usados tienen alma, hablan y cuentan historias: las del propio libro y las que van dejando los lectores a lo largo del tiempo. Encontrar un libro con anotaciones, fechas, dedicatorias, cartas en el interior o incluso fotografías es algo realmente especial. Leer un libro de segunda mano te ofrece una experiencia que un libro nuevo no puede dar, porque lleva consigo las huellas de los que lo han leído antes. Es como una historia en movimiento, sin fin. Cada nuevo lector es una nueva página.
P: ¿Qué sensación provoca poder compartir un libro que de ninguna otra forma iba a llegar a las manos del público?
R: Nuestra sensación cuando alguien encuentra un libro que llevaba buscando durante años, o incluso toda la vida, es indescriptible. En nuestra librería nos hemos emocionado, reído y llorado junto con nuestros clientes. La emoción y la sorpresa de encontrar algo que has estado buscando durante tanto tiempo es única. Es magia. Es un honor para nosotras ser ese puente entre un lector y el libro que tanto buscaba.
P: ¿Hay algún libro que recuerdes con especial cariño?
R: Hay tantos libros que me traen recuerdos especiales que elegir uno solo es casi imposible. Cada libro tiene algo que lo hace único. Quizás el primero que me marcó de pequeña, ese que me hizo enamorarme de la lectura, Harry Potter. O los libros antiguos que han pasado por la librería, esos con algo especial, como ediciones limitadas o ejemplares que tienen su propia historia. Es difícil quedarme con uno, porque hay muchos que, de alguna manera, han dejado su huella en mí.
P: ¿Cómo es vuestro modelo de negocio (compraventa), venta online…?
R: Mandrágora ha sido siempre una librería física, un punto de encuentro donde los amantes de los libros podían acercarse a explorar nuestras estanterías, disfrutar del olor a libro y descubrir la gran variedad que ofrecemos. Sin embargo, son muchos los clientes que nos han pedido poder acceder a nuestro catálogo online. Por eso, en estos momentos estamos trabajando en crear nuestra tienda online para poder ofrecer ese servicio y facilitar la compra de libros a quienes no pueden visitarnos físicamente.
P: ¿El libro de segunda mano es viable de cara a futuro?
R: El libro físico siempre existirá, por mucho que avancen las tecnologías. Hay algo especial en tener un libro entre las manos, en el tacto de sus páginas, en el olor que deja el paso del tiempo. Eso no lo ofrece un libro digital. Y el libro de segunda mano siempre será querido y necesitado porque, además de su valor como objeto, lleva consigo una historia única. Hay personas que buscan ese libro que ya no se consigue nuevo, o simplemente disfrutan de la idea de darle una segunda vida. Por eso el mundo de los libros de segunda mano siempre tendrá futuro, porque el amor por los libros nunca desaparecerá.
P: He visto también que hacéis diferentes actividades como debates literarios, talleres, etc. y uno de los que más me ha llamado la atención porque no he visto en otros lados es cita a ciegas con un libro, ¿cómo surge la idea?
R: Desde nuestra experiencia como libreras,
siempre nos hemos encontrado con clientes indecisos o con aquellos que querían
ampliar sus horizontes literarios, sin que las ideas preconcebidas sobre
autores, géneros, etc., se interpusieran en su camino. Nos pareció genial la
idea de la "cita a ciegas con un libro". Son libros envueltos, en los
que no sabes ni el autor ni el título, solo encuentras una cita del libro y el
género al que pertenece. De esta forma, el lector se arriesga a descubrir algo
nuevo, algo que quizás nunca habría comprado o leído. Es una forma genial de
elegir un libro sin juzgarlo por su portada, literalmente. A nuestros lectores
les encanta, es mágico.
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